Fotografía de "Mano Nerio" |
“LA VERDAD DE LA VIDA ES UNA TUMBA”
Personaje
popular de los ayeres de Acarigua, nació el 10 de octubre 1892 y murió el 07 de
noviembre de 1959, aquí mismo en su
ciudad natal. Fueron sus padres José Tomas Duin Zerpa y Leticia Anzola Cazorla,
era tan curioso, que hasta el
historiador Ramón J. Velázquez, escribió sobre él.
Fue un
naturista, viajero, botánico, taxidermista, inventor, cuentista, comunista,
bromista, cazador, pescador, preparador de ungüentos a base de manteca animal y plantas, gran comedor de chimó, preparador
de jarabes caseros, además de escritor, pues se dice que dejo 4 libros publicados gracias a la colaboración de
algunos amigos y de los cuales se conocen 3.
Vivió sus últimos
30 años en la Reja de Guanare en su casa llamada “Posada el Viento” para tener
una referencia: ubicada en la actual avenida
36 con calle 21, última calle del pueblo para esos tiempos, luego de allí está
la Avenida Las Lagrimas; vivienda que compartía
con su mujer Vicenta Ana Pérez mujer que le toleraba todas sus rarezas.
Su casa era
un pequeño museo-zoológico-botica, parada obligada todo los días para muchos
visitantes , allí los animales andaban sueltos; nada grato para los pensionistas, pero si para
el que visitaba, pues allí iban mirar todas sus excentricidades, entre ellas se atribuía el hallazgo de una espuela del Libertador
encontrada en el lugar donde se libro la
Batalla de Araure y espada del general Páez ( no sabemos cómo llego esta a sus
manos), allí mismo vendía manteca de raya, de tigre, colmillos de caimán, animales vivos y disecados
por el mismo.
Contó el cronista Alí Carrillo; uno de sus amigos y escribiente de
sus libros (junto a Luis Bazán García), que en una ocasión le enseño un terreno
que había comprado a su hermana Isabel de aproximadamente media hectárea,
sembrado con cedros y árboles frutales,
que le dijo:
__Mira Ali! algún
día esto será un bosque!
Es el actual
parque Mano Nerio inaugurado en 1962, primer parque zoológico con que conto la
ciudad, construido por la administración del para entonces Gobernador Dr. Pablo
Herrera Campins (1959-1964). Lugar de orgullo donde hacían vida diferentes
tipos de animales, entre ellos, monos, culebras, gran variedad de pájaros,
caimanes, venados y muchos más, además de disponer de columpios y juegos para
el disfrute de los turistas de otras ciudades y de los niños y jóvenes de aca de estado Portuguesa y de ser
un sitio de excelencia para invitar a la novia a distraerla y robarle un beso.
Otra anécdota
contada por el acarigueño Ali Carrillo, refiere a un funeral fingido por Mano
Nerio del cual colectó un bolívar por cada amigo y se hizo de 200 bolos y con
ello compró una urna para fingir su funeral, esta la hizo pintar con animales y en ella se lució
la lista de los contribuyente y la frase: “La verdad de la vida es una tumba”,
toda una pauta publicitaria, sin duda alguna Mano Nerio fue un acarigueño de excepción.
Hoy el parque
está en el más total abandono, sus animales fueron desaparecidos por los
borrachitos que ocuparon ese espacio ante la mirada indiferente de los
gobernantes de turno, es hora de dejar la apatía y rescatarlo para sembrar nuevas
esperanzas y cambios en nuestros niños y jóvenes, para aprovechar sus espacios
y recrear en ellos y eliminar el ocio.
El Parque
Mano Nerio nos pertenece y debemos rescatarlo del olvido.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bolívar
W. (2008) Acarigua, Testimonios en el Tiempo. Compilación. Talleres GRAIMPSA,
Acarigua, estado Portuguesa, Venezuela
Bolívar
W. (2005) Acarigua 100 años. Crónicas e imágenes.
Impresora Portuguesa C.A.
Ojeda, C.J. (2010) Acarigua, 390 años. Su historia y su gente. Editorial Quinta Columna C.A.
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